¡Ayuda! Mi hijo consume cannabis
Consejos para padres y familiares de adolescentes consumidores
Saber que un hijo o hija ha probado o está consumiendo cannabis no debe ser motivo de pánico. En la mayoría de los casos, se trata de una fase de curiosidad o experimentación, no de una adicción. Lo que realmente puede causar problemas serios es una reacción exagerada en casa o una sanción desproporcionada en la escuela o la justicia.
Esta guía busca ofrecer orientación práctica para madres, padres y familiares que se sienten preocupados por el consumo de cannabis en adolescentes.
📚 Basado en materiales del Deutscher Hanfverband (DHV), Stephan Quensel y el enfoque de la Deutsche Hauptstelle für Suchtfragen (DHS).
🧠 ¿Niños que fuman cannabis — un problema?
Los jóvenes suelen probar cannabis por curiosidad o por influencia social, de la misma manera que muchos adultos prueban alcohol o cigarrillos. La mayoría de quienes experimentan lo hacen de manera ocasional y dejan de consumir antes de los 30 años.
Sin embargo, existen casos donde el consumo puede convertirse en una señal de alerta:
- Descenso en el rendimiento escolar.
- Aislamiento social o falta de motivación.
- Consumo muy frecuente (diario o casi diario).
En esos casos, el cannabis no suele ser la causa del problema, sino una forma de escape o compensación emocional.
El objetivo no debe ser “castigar el consumo”, sino comprender y atender las causas de fondo, como ansiedad, presión académica, conflicto familiar o falta de orientación.
🔹 El consumo problemático suele acompañar a otros desafíos personales o sociales. Enfocarse solo en la sustancia es atacar el síntoma, no la raíz.
💬 Cómo hablar sobre cannabis con tu hijo o hija
El cannabis forma parte, en cierto grado, de la cultura juvenil contemporánea, al igual que la música, la moda o la búsqueda de identidad. Intentar eliminar o negar su existencia solo rompe la comunicación.
Recomendaciones para el diálogo:
- Habla sin juicios ni amenazas.
- Escucha más de lo que hablas.
- Informa con hechos, no con miedo.
- Pregunta por qué lo hace: curiosidad, presión social, relajación, evasión.
- Fomenta la autorreflexión y responsabilidad personal.
Si tu hijo te habla abiertamente de su consumo, considéralo una oportunidad de confianza. Un diálogo sincero vale mucho más que un castigo.
⚖ Problemas legales y con la policía
En muchos países, incluida Guatemala, la posesión o consumo de cannabis sigue penalizada, aunque sea en pequeñas cantidades.
Por eso es importante que los jóvenes conozcan sus derechos y límites.
- Evita que tu hijo consuma en espacios públicos o lleve consigo cannabis fuera de casa.
- Explícale que no debe conducir bajo sus efectos, ni siquiera una bicicleta o motocicleta.
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En caso de detención o interrogatorio, es recomendable buscar asesoría legal antes de firmar declaraciones.
🔹 En contextos donde la ley es estricta, la prevención legal comienza por la información, no por el miedo.
🏫 El consumo y la escuela
El principio básico debe ser claro: el consumo y la escuela no se mezclan. Asistir a clases bajo los efectos del cannabis afecta la concentración y el rendimiento, y puede tener consecuencias disciplinarias graves.
Si la escuela detecta consumo, intenta mediar con los docentes para enfocar el problema de forma educativa, no punitiva. Un acompañamiento psicológico o pedagógico puede ayudar más que una sanción.
⚠ El castigo sin diálogo puede empeorar la situación, rompiendo la confianza y el vínculo familiar.
❤ Cuándo buscar ayuda profesional
Busca orientación si notas que el consumo de tu hijo:
- Afecta su estado de ánimo o rendimiento.
- Provoca aislamiento o apatía.
- Está ligado a conflictos familiares o estrés emocional.
Prefiere centros o profesionales con enfoque “aceptante”, es decir, que no juzguen el consumo, sino que ayuden a comprender y gestionar la conducta.
En Alemania, estas redes incluyen organizaciones como akzept e.V. y la DHS; en Latinoamérica existen servicios equivalentes en centros de atención en adicciones, salud mental o psicología juvenil.
🌿 Conclusión
Tener un hijo que consume cannabis no es un fracaso familiar ni un motivo de vergüenza. Lo importante es mantener la comunicación, ofrecer apoyo emocional y, cuando sea necesario, buscar ayuda profesional.
“Mientras padres e hijos puedan verse como socios con distintos saberes y preocupaciones, el cannabis difícilmente se convertirá en un problema mayor que una mala nota o un primer desamor.”
- Stephan Quensel
Fuentes y materiales recomendados
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Deutscher Hanfverband (DHV): “Hilfe! Mein Kind kifft!” – Hinweise für Eltern und Angehörige von jugendlichen Cannabiskonsumenten.
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Stephan Quensel (2006): Ein Elternratschlag, en Was tun, wenn Cannabis zu Problem wird?
- Deutsche Hauptstelle für Suchtfragen (DHS): Cannabis Basisinformationen.
- CannaFactsGuate: recursos educativos sobre cannabis, salud y reducción de daños.
El cannabis no es una droga de entrada
La teoría de la droga de entrada persiste hasta el día de hoy y causa gran ansiedad entre los familiares de los usuarios. Sin embargo, está científicamente refutado.
